jueves, 26 de mayo de 2011

La Abducción. Cap 1.

Desde que me pelee contigo he estado caminando más en las noches, y sabes, encontré un mundo al que ya me había desacostumbrado; cuánto atrevimiento he perdido desde que decidí albergarme en ti. Perdí mis tácticas nocturnas, pero me alegra eso, porque ahora es como si fuera una párvula niña que descubre el mundo através de tus no ojos.

He leído hace poco que la poesía no ha de describir sentimientos, sino descubrirlos. Pues entonces soy una poeta a ultranza, todo el tiempo me sorprendo de lo que viene a mi mente a partir de no quererte en mi recuerdo. Sí, también caigo en la cuenta que me decías que siempre estaba pensando en lo que sentía, que me regodeaba en mis emociones, ¿Y si simplemente es que soy un ser primario? ¿Si simplemente es que no puedo escapar a las secuelas de esa costumbre instaurada por las empleadas de mi casa, ver telenovelas de 9 am a 9 pm? Lo siento, debí advertírtelo cuando me conociste así, tan linda, pero según el libreto de las heroínas de la tele, la mujer ha de ser un animalito dulce, coqueto y sumiso, siempre con brillo en los labios; nada más diferente a la realidad. Señora Corín Tellado, váyase a la mierda.

Me llega al pincho ser mujer...¿Ustedes los hombres también necesitan a alguien que los proteja, que los haga sentir seguros, necesitan de tener siempre alguien al lado? ¿No? ¿Y por qué mierda me han hecho creer que necesito a uno de ustedes para ser completa? ¿Por qué me regalaron tantas muñecas, por qué pintaron mi cuarto de rosado?

Sigo caminando en medio de esta noche, sólo quiero abstraerme de mis necesidades. Sin darme cuenta, lo que busco es que otro hombre se me acerque, me hable, me corteje, me haga sentir especial y se enamore de mí. No podría ser más patética. Oh, encima recuerdo con desprecio esos relatos donde la protagonista hacía lo mismo, miles de novelas y cuentos conteniendo esa misma historia de necesidades transmitidas por las bisabuelas, abuelas y madres; tantas mujeres cometiendo el mismo error.

¿Qué necesito entonces? Porque sé que necesito algo, de lo contrario no me sentiría tan increíblemente hueca. Es en ese momento que mi cuerpo es absorbido con violencia por esta esfera gigantesca que se presenta repentinamente; la abducción está siendo realizada y justo cuando estoy a punto de comprender lo que está pasando, caigo desmayada.

sábado, 14 de mayo de 2011

La Tea Encendida

Hace casi más de dos años que no actuaba en el teatro. El año pasado la obra "Yo Río Profundo" me hizo regresar al teatro como dramaturga y directora, otras de las pasiones que tengo en este mundo de lo escénico, pero no hay nada comparable a estar en contacto con el público, frente a otros seres e interactuando con ellos, entregando tu energía y prestándote entera para el personaje y la historia. Cuánto le agradezco a la mamapacha, a diosit@ y a mi madre, el haber encontrado algo que me produzca tanto amor y pasión, también contrariedad, porque el teatro puede llegar a ser un drama, cuando te es esquivo o cuando no satisface tus expectativas o las del público. Mas ahora que estoy bajo el mando de mi querida maestra Marisol Palacios, me siento muy satisfecha por el grupo humano con el que comparto en Aeropuerto.

Llegué al teatro por Federico García Lorca, cuando era una adolescente y me leí toda su obra poética en la edición de sus obras completas que publicó Aguilar, tomo de la colección que había en la prolífica biblioteca de la casa materna, me parecía aburrido leer su teatro, pero al haber devorado su poesía, no puede detenerme y fue así que me regaló sus Bodas de Sangre, su Bernarda Alba, El Público, etc. Recuerdo nítidamente cómo me empapaba de la atmósfera de sus obras, de su aire gitano y romántico, de sus arranques pasionales y sus conflictos de principios y moral: Cómo me creía yo una hija más de Bernarda, lecerada en su alma, mirando através de las rendijas de su ventana, añorando la calidez de otro cuerpo; o me convertía en una mujer de vientre seco que sentía que su piel implosionaba con el fuego que la habitaba y que no se dejaba salir, o me soñaba retorciéndome en los brazos de algún un mozo gitano de piel mora.

Después vinieron otros descubrimientos, pero ese algo primigenio que creció despacito dentro de mí, se lo debo a ese maravilloso llamado Federico (sé que coincido con muchos teatristas más, incluyendo a mi entrañable maestro A. I.)

Aspiro a tener un ápice del grandioso talento de Lorca y ser dramaturga, directora y actriz hasta el fin de mis días en esta vida. Aquí mismo, en este tiempo y espacio. Aspiro a esa fortuna, a mi Barraca personal, mi deseo fervoroso es que sea así...

Teatro, encendiste mi tea, te amo...gracias.

Concolón a las casi quince lunas pasadas este escrito: También debo mencionar que Yuyachkani fue la piedra que hizo chispear el teatro en mí cuerpo de púber, mi madre me llevaba a ver su teatro. Mi primer recuerdo fue No me toquen ese valse...la silla de rueda, las camas colisionando, la batería, la mujer y el hombre envueltos en luz azul y sus voces. He visto casi todo el repertorio de los Yuyach, pero esta obra no le he querido volver a ver, me quedo el recuerdo nubloso de mis 12 años...me quedo con lo que encendió esa chispa.

jueves, 12 de agosto de 2010

lunes, 3 de mayo de 2010

Cuando yo sea flaca


El día que yo sea flaca nada volverá a ser lo mismo, todo será increíblemente mejor.

A partir de ese momento deberé comprarme un coche porque será imposible que camine por las calles, pues las personas se avalanzarán sobre mí y mi deslumbrante porte; pero si los que me conocen y saben que soy misia, creen que me será imposible comprar un coche, pues déjenme decirles que será lo primero que haré cuando reciba mi jugoso pago en dólares por protagonizar novelas y películas (aunque en esas no te pagan nada bien), porque ahora se fijarán en mi talento cuando yo haga casting y nadie más dirá es buena pero está gorda; es más, a aquellos que me rechazaron, yo les diré: no gracias, cuando me llamen insistentemente para ser parte de sus proyectos porque para mí este mercado local estará agotado...porque el día que yo sea flaca iré a España y haré un casting para Almodóvar y él no podrá concebir cómo ha exisitido un ser tan hermoso y sensible en este lado del mundo sin que esté en sus películas y yo me quedaré a su lado, me convertiré en su musa, ya fuiste Pé, ahora yo soy su flaca.

Caminaré con él por Madrid, luego cuando nos inviten a la Berlinale a presentar nuestra película harán un cena íntima y exclusiva en casa de Haneke (el director de La Profesora de Piano) conoceré a Daniel Day Lewis, que está casado con la hija de Arthur Miller; pero verá en mis ojos aquello que no encontró jamás y que andaba buscando en cada uno de sus personajes, esa esencia mágica y deconocida que se rebasa por mi mirada; entonces que se vaya a la mierda la hija de Miller, hola tú, peruana de ojos negros y de inmensidad rebasante (porque desde ahora sólo se rebasará mi espíritu intenso y luminoso y ya no los rollos en la cintura) y nos besaremos toda la noche bajo la complicidad de Pedro, que es bien alcahuete; pero igual, Daniel, aunque te he deseado toda mi vida desde que te ví en Mi Pie Izquierdo, no puedo quedarme contigo...es que ahora soy flaca y libre, el mundo está por delante. Nunca se podrá encerrar a una rara avis como tú, me dirá, sería incapaz...siempre te recordaré me susurrará con los ojos perlados por el llanto. Y no haremos el amor porque así el deseo será más ardoroso e inmanente, aunque Pedro proteste y diga, coño, pues por qué no te lo tiraste, gilipollas.

Obviamente, en la Berlinale, el público y la crítica han quedado fascinados con mi trabajo, qué impresionante el modo tan delicado y dolido en que mataste a ese animal en la escena del río y ese grito mudo que lanzaste...ni Robert de Niro en la escena final del Padrino colocó tanto sentido en el silencio; yo, pestañearé lento y sonreiré suavemente al ritmo de los flashes, mientras paso una mano por mi talle esbelto, gracias, les diré -humildemente- es Pedro, él es el genio, porque yo no perderé mi sencillez, que ahora me regrese en limosina a mi hotel no tiene nada que ver. Pero cuando justo esté recibiendo una visita de Sam Mendes , que por cierto es bien mañoso, y le agradezca a Diosito y a la Mamapacha porque me han entrevistado mucho más que a Magaly Solier; me llegará un fax a mi habitación en el Hotel Sonne in Röt diciendo que mi marido, mi hijo y mi perro me mandan llamar, que ya les prepare el almuerzo, por favor. "Y amor, acuérdate de no cocinar tantas papas que no puedes comer harinas".

Ay, carajo...con permiso, me olvidaba que no soy flaca.

viernes, 9 de abril de 2010

a, b, c...

Y pasó todo lo que tenía que pasar; lo más importante de todos los sucesos medianamente recientes es que...tengo un hijo.

Y sigo teniendo miedo, pero ya no tanto, al menos no lo suficiente como para detenerme en el tiempo dejando que la lluvia caiga y resbale por mi cuerpo encerado.

Hoy soy una raíz que absorbe.

No puedo decir que los amo, ¿existen?

Puedo decir que en mi mente ustedes habitan, o tal vez un cierto eco suyo, tal vez...

Estoy hablando, hablar es bueno; escribir mejor, a pesar del miedo o el letargo.

Después de este largo bostezo interno, he despertado (nada asegura que no volveré a dormir, pero ya veremos.)

A, b, c. Empecemos por el principio.

miércoles, 19 de agosto de 2009

No habla miss Julia

hay mucha sequía por estos lares virtuales, es porque la abundancia se está colmando por los lares verdaderos; le ofrezco disculpas a este blog por dejarlo así, yermo, y porsupuesto a los gatos que a veces caen por acá...pronto, en algún momento, volveré a hablar.

miércoles, 22 de abril de 2009

Queriendo a las paredes



Las paredes, los espacios, son los testigos silenciosos de nuestra vida, por qué no suponer que ellos absorben nuestro dolor, nuestras emociones, la energía de las personas que viven con nosotros. Al hacer más limpiezas profundas, descubro cada vez más lo que está impregnado en mi casa. Hay paredes en donde el llanto, la furia, la sordidez, el dolor, las maldiciones han hecho sus resonancias, a las paredes también hay que acariciarlas, hay que pedirles perdón, hay que besarlas, quererlas, son esas paredes las que contienen nuestra intimidad; mejor si nos ven con los ojos limpios y no empañados.

Mis plantas me saludan todos los días, yo les digo que son hermosas, que las quiero, las riego no sólo con agua, sino con mi cariño, ellas se mueven, se ponen más lindas todavía, son felices de estar con nosotros; no creo que se trate de ser una máquina que expende amor, pero orgánicamente nuestro entorno vital y los seres con los que compartimos nuestra vida han de ser los mejores depositarios de nuestros afectos, finalmente son los que nos cubren, los que nos acogen, los que nos abrazan.

domingo, 12 de abril de 2009

inter

Cuando las inconexionescerebralessesucedenunonopuedesinodejarlasinterconctarsejajajaquécagadaquélocuraquéfrenesíquéansiasquéfelicidad!!!!!!!!

domingo, 8 de marzo de 2009

Vals con Bashir



¿Por qué en las madrugadas llega la anagnórisis? El llanto que me cuarteaba las mejillas pulcras era no sólo por el que se fue, era por el que no quería estar; y mi pequeña alma no sabía escindir, la mescolanza de ausencias se fue apoderando de una tristeza que yo no sabía de dónde venía, y en la madrugada, después de lustros, se me aparece lleno de frescura el reconocimiento, como un rocío punzante; todo porque mi perro hijo sueña fuerte y sus patas son sonoras al golpear contra la pared.

Me descoso, reconozco que la venda que me ha cubierto los ojos no sólo es por lo vivido, es por lo espectado, ¿o acaso lo que vemos no lo vivimos también? ¿Por qué será que mi corazón llora, pero mis manos se han congelado? Seguro las metí en un freezer, están tan bien conservadas, con sus pequitas a siniestra, pero el dolor es caliente, y me derrite hasta los tuétanos.

Tierra, quisiera abrirte las ventanas de mi garganta, en donde se guarda tu espejo. Soy una, soy una, ¿qué se hace con la individualidad? Te adivino llena de sangre, de heridas, de pus, de indolencia, mas sé que en tu centro se guarda la pureza absoluta, la esencia misma, la verdad que tanta sed nos produce; y no sé si tú te sonríes sabiéndote tan hermosa y tan horrenda, o te espantas de tus miembros, o sólo eres.

Madre, perdóname, te lo ruego, no puedo contener la verguenza de haberte ignorado, gracias por responderme tan rápido, eres muy gentil, yo soy una con mi indiferencia; ¿qué dices madre? ¿que somos muchos los indiferentes?

Y yo, que tengo una voz que resuena fuerte en las paredes, no sé qué he hecho con mi vida que no soy presidenta aún, ¿qué dices madre? ¿que no tengo por qué serlo? Y entonces, mamita de mi corazón trepidante, ¿qué hago para curarte, para llevarte mi susurro a los pechos cercenados? No sé que hacer, perdóname, soy un animal torpe y primario, sólo sé que te amo con mis entrañas, pero te amo desde lejos, viendo cómo te destruyes y sólo lloro por ti, como una mujer de negro que duela por los agonizantes...

Y tú me gritas que estás viva, me lo metes en la cabeza...es algo por dónde empezar.

Mi perro me levanta de la cama, me sonríe cuando voy a ponerme ropa para salir de la habitación; él es hijo de otra madre, pero ahora yo le doy leche caliente de mi seno. Tú, perro negro me miras y me dices eres una buena mujer, yo te digo que con eso no se cambia al mundo, sólo me miras fijamente, con las pupilas abiertas, me acercas tu hocico gigantesco y me acoges, sé que tú sabes que las respuestas se encuentran en todos lados, sólo hay saberlas escuchar.

viernes, 30 de enero de 2009

Fiebre de Macorina

Cuando Chavela llega en mi fiebre, me dice le ponga la mano en la cintura, yo accedo porque sus ojos me encarcelan en las olas de sus palabras y su cuerpo. Ella me describe, me habla de frutas maduras, de los olores de mi piel y sus recovecos; creo que ella está enamorada de mí, yo nunca he sido de ninguna mujer, me da nervios nomás pensar en unos labios suaves frotándose contra los míos, pero Chavela tiene ese demonio metido en la garganta, que no me deja respirar cuando principia su canto; Chavela, cállate, no quiero que abras la boca, pero a ella le salen trinos, le sale humo de leña, le salen cascos de caballos, jazmines de noche y especialmente una materia gaseosa, enrarecida, que me intoxica el alma, creo que es la suya, que se me quiere meter en el cuerpo para convencerlo de que se entregue; Chavela, yo te tengo miedo... ella me susurra como gata, me ronronea para que me calme, pero la fiebre ya sobrepasa mis límites, tu aliento quema, Chavela, quítate, sálvame. Finalmente, cuando en mis ojos entrecerrados y sedientos se reflejan las bolas de fuego que se desprenden de la pared, ella recién comete sus labores de enfermera.

martes, 20 de enero de 2009

Cancioncitas del recuerdo

Aquí en la casona rosada, aprovecho la ausencia de Albericoque, mientras huelo el mar y a Cobain, que está un poco sucio (mi gran danés), escucho la música que me da la gana, a todo volúmen, es que Albericoque tolera máximo media hora de esta sección en particular, de mi gusto musical, aquí una muestrita pra compartir.

Mientras la miss se maquillaba con sus amiguita de los trece.




Como quien escucha una cancioncita antes de ir a la Pre-San Marcos (turno tarde): "Back to School" de Deftones.



Cuando la miss no ingresó a la universidad, y estaba sumida en su era MTV:



¡Eeee! ¡Ingresé! Conocí a mis amigos con los que alguna vez, mientras conversábamos, leíamos y jugábamos catchascán, escuchábamos esta canción:



Cuando no sabía si estudiaba lo que quería y me decepcioné de mi escuela, entraba poco a clases e iba mucho al centro. Me compré el disco donde estaba esta canción:



El TUC y el estudiar Teatro:



Suenan las llaves, él ha regresado. Buena sesión musical, hasta la próxima.

viernes, 26 de diciembre de 2008

túyyotenemoslamismacarne.

En estos días he caminado por montañas cuzqueñas, me he ahogado por la altura, he cantado bossa nova en un bar, he abrazado, he querido, he llorado por una despedida. En estos días, aunque me haya desencantado de la Navidad, mi mente y mi cuerpo viajan por los años que han pasado, como si me estuviera muriendo, soy el ahora, el presente; se disparan las ideas de lo que quiero hacer; habitan en mi cabeza historias en medio de desiertos, en medio de sed, en medio de locura, historias de madres que pierden a sus hijos, historias de hombres que quieren sólo caminar solos, historias de personas que no quieren moverse de su lugar, como si algo las atara indefectiblemente; historias, voces, selvas, humedad, rostros; quiero conocer a muchas personas nuevas, a gente que no hable mi misma lengua, quiero ver colores que no sabía que existían. Qué afortunada soy, me dedico a contar historias, de eso vivo, de eso respiro, puta madre, qué aforunada soy de poder hacer lo mismo desde que soy una niña que dibujaba sus pensamientos en el aire, en el piso, en la tierra del jardín y después en las hojas de papel. Estoy sumergida en un gran instante centrípeto, en donde caigo en la cuenta de que soy otro ser humano más. Ser hu-ma-no. Soy yo.

jueves, 11 de diciembre de 2008

jueves, 4 de diciembre de 2008

Ellas- Creación Colectiva


Querid@s bloggers, infinidad de cosas y sucesos se han introducido en la vida de esta miss, quiero compartir uno en especial. Este domingo 7 de diciembre, las 7:30 pm. en el Teatro Mocha Graña de Barranco, se presenta la creación colectiva "Ellas", un montaje realizado a partir del mito griego de Eros y Psique. El mito, así como todos los mitos, encierra en realidad una serie de formas para entender el alma humana, en este caso en específico el alma de la mujer, pues es a partir de la pérdida del amor que Psique realiza una serie de pruebas otorgadas por Afrodita, que finalmente realizan un crecimiento de ella como individuo; así como en los cuentos populares en donde la princesita ingenua y tontilla, atraviesa una peripecia para terminar hecha una mujer con la cabeza y el espíritu en su sitio.

Un post aparte se merece la maraña de ideas y revoluciones que se me aparecen en la cabeza y en lo cotidiano respecto al género; me cansa a veces ser una mujer en este espacio y en este tiempo, en Lima -Perú-América-El Mundo-El Universo-La Inmensidad. Me provoca ser como Maurice Ravel e ir camino a la suprasexualidad, bueno, ya hablaremos de eso, mis querid@s.

No esperen ver personajes mitológicos, pues el mito está latente, y es una potente excusa para contar la historia de una paciente en coma, una fotógrafa y una enfermera (este pechito), que atraviesan un camino de anagnórisis, de reconocimiento, de desprendimiento y de desapego.

La obra dura 1 hora y también se presenta el viernes 12 de diciembre a las 7:30. La entrada está 10 leks.

L@s encuentro.


Actúan:

Jimena Nuñez
Julia Thays
Katya De Los Heros

Dirige:

Claudia Tangoa.




jueves, 20 de noviembre de 2008

Alfredo Bushby o la simetría de la densidad.




Alfredo Bushby es un dramaturgo peruano de unos cuarentaitantos, muy inteligente, hombre académico y además ha sido mi profesor en el TUC; he tenido el gusto de ser su actriz en su primera aventura como director y ahora lo voy acompañar como presentadora en la publicación de su última trilogía.

La presentación del libro "Conrado y Lucrecia, Dominante de Si Bemol y Lengua Larga. Tres obras dramáticas de Alfredo Bushby" es en la Alianza Francesa de Miraflores este miércoles 26, a las 7:30 pm, hay una lectura dramatizada y un vinacho de honor.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Cuando un canto dice mejor que las palabras...



Lila Downs es una de las intérpretes que más admiro, su canto de raíces, la sensualidad de su voz, su profundidad, su amor por lo que hace; simplemente una maestra. Salud, Lila. Nos vemos en la cantina.

martes, 28 de octubre de 2008

Ella: Para Entender la Psicología Femenina

Así reza el título del libro de Robert Johnson

lunes, 13 de octubre de 2008

No Toro No Cry


Una vez más incomodé a alguien que me invitó a comer en su casa, incomodo porque no como carne roja y las personas a veces no pueden entenderlo. Ah ya, vas a comer la ensalada y el arroz, ¿pero no la presa? No señora, gracias. Te echo un poco de juguito entonces. No señora, por favor, el juguito es lo mismo. Ah, ya, ¿y por qué, ah? Entonces una vez más les cuento por qué no.


Érase un noche del 2004, ya no recuerdo el mes ni mucho menos el día; en medio de las sábanas estoy yo, con el cuerpo escarchado por el sudor, abrí los ojos, me topé con la oscuridad de la madrugada. Hora: 3 con 3 minutos. Recordé, mientras me sujetaba la cabeza, que mi amiga cusqueña Claudia, me contó que esa era la hora de las ánimas y la hora en que los sueños tienen los mayores significados. Las imágenes se repetían, regresaban convulsivas. Lo que yo acababa de soñar era tan vívido que mi corazón latía fuerte y rápido por la impresión, sin mediar palabra alguna, sin que venga hasta mí ningún pensamiento, lloré, y con el llanto vino la certeza de una decisión: Nunca más en mi vida volvería a comer carne de vaca (o de toro).


Cada paso que daba levantaba el polvo tierroso que estaba asentado en el piso, había un olor de basura húmeda en el ambiente, recuerdo clarito que así olían las calles cuando me llevaban al centro de Lima en los ochentas (aunque algunas aún guardan ese hedor, como si se hubiera enquistado en el cemento), llegamos a la plaza de Acho, afuera vendía todo el mundo jugo de naranja; me acerqué a uno de los puestos y me quedé simplemente hipnotizada por el aparato que pelaba las naranjas y hacía que las cáscaras fueran cintas que se enroscaban hasta el infinito. Olor a naranja y a basura mojada; los baldes vacíos de pintura eran el tacho de desperdicios improvisado en todos los puestos, yo quería coger las cáscaras enrolladas, pero me parecían tan hermosas, que se me hacían inalcanzables. En el instante en que mi mano se decidía a tocar un rulo anaranjado, me vi transportada hasta el coso mismo, pero la plaza de Acho era como una ciudadela en sí; habían incluso montículos de tierra y de divisaban casas lejanas, era pues un pueblo de polvo tierroso, el sol era fuerte, e intuí que no debía ser vista.

Oeeeee, oeeeee, gritaban unos muchachos con ronchas en las piernas, se acercaban hasta mí, cómo me han visto, me preguntaba; pero no era a mí a quien buscaban, pasaron cerca a mi escondite, eran como 7, todos con la ropa muy sucia, con el cuerpo asaltado por las picaduras de las alimañas, todos con los ojos inyectados de pobreza y violencia. Me miré la parte posterior del cuerpo, yo no pertenecía ahí, no debía ser descubierta.

Tuuuuuuuuuu, Tuuuuuuuuuuuu, Tuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu, era el sonido grave y sostenido que parecía llamarme, el gran barco partía; pues señores, la Plaza de Acho no era sólo una ciudadela, era un trasatlántico, nos estábamos moviendo, adónde iríamos, no lo sé, ni lo supe jamás. Por alguna razón eso no me preocupó, pues ante el movimiento del gran armatoste que guardaba una ciudad de sol intenso y polvo tierroso dentro de su enorme magnitud, pude ver un pedazo de cielo y mar, nunca azul más denso y más luminoso habían visto mis ojos, los colores se difuminaban entre sí cual cuadro impresionista, la luz caía tan generosa sobre el agua, se veía tan caliente y fresco a la vez, tuve la sensación de que hacia ese punto del mar nos íbamos a dirigir.

Mas una punzada en el pecho me hizo voltear hacia el lado opuesto.

Quise gritar, pero no podía, me iba a descubrir ante el horror que estaba a punto de presenciar.

Había en el terral un ambiente techado, ahí estaba un hombre, un moreno alto y macizo; tenía un pantalón verde olivo y traía el torso descubierto, recuerdo tan claro aún, el movimiento de los músculos de su espalda, las sombras se paseaban en su cuerpo. El moreno volteó, espero nunca encontrarme con ese rostro en la realidad; su cara estaba tranquila, pero sus ojos, ay, tenían un destello mortecino y fatal. Algo malo iba a suceder.

Un toro, de pelaje negro negro, tanto que parecía azul, respiraba dejando que el aire hinche su tórax. Yo ví el toro, y sentí que lo conocía, como si fuera mi Platero, como si fuera un compañero que mi mente ya no recordaba. El animal era gigantesco e impresionante, de esos toros de lidia que por su simetría y su pureza eran designados como sementales, para que la prole tenga la majestuosidad del padre.

El hombre, que también estaba descalzo, remangó la basta de su pantalón, sus piernas un poco separadas me hicieron recordar la estampa de los negros pregoneros de las acuarelas de Pancho Fierro: aguaterito malo, yerberito desgraciado, lechero maldito.

De su cinto, el infeliz sacó un garrote y con la fuerza de sus entrañas corruptas, golpeó al toro; toma toro, toma. El toro mantenía su entereza, pero de alguna forma sus pensamientos estaban conectados con los míos, mira me decía, mira lo que este hombre me hace. El verdugo descargó su fuerza contra el cuerpo del animal, mas no contento con eso, lo sujetó de patas y cabeza y lo izó, por medio de unas cuerdas, levantó al animal hasta la punta de un palo alto que había ahí, luego el moreno con presteza trepó hasta donde estaba el toro magullado, sacó un puñal de su cinto y empezó a atravesar la carne del animal. El toro no mugía, no lanzaba queja alguna, pero unas lágrimas de cristal empezaron a caerle de los ojos, yo podía sentir su dolor, pero mi cobardía me retenía en mi escondite; la voz del toro replicaba en mi mente: Ayúdame, Julita, ayúdame. No puedo, no podía hacerlo, el hombre me iba a matar también.

Por la mano del asesino corría la sangre de su víctima, quería gritar, quería correr, pero me quedé ahí, siendo testigo del asesinato de mi toro; él me decía, por qué no me ayudas; yo le pedía perdón, no podía contener las lágrimas, sentía la impotencia propia y la del animal ahogándose en mi garganta. Finalmente el toro posó sus ojos en mí, y me reclamó con su último aliento: por qué me has abandonado.

La culpa y la pena por esas palabras se metieron tan profundamente en mí, que me desperté por la angustia. Luego el sudor del cuerpo, luego la hora, luego las lágrimas me trajeron la decisión de no traicionar nunca más al toro. Mi boca no volvería a contener su sangre ni su carne.


A las personas que me invitan a cenar no les cuento mi sueño, les digo simplemente que estoy en contra de las formas en como criamos a los animales que comemos, o que simplemente no me gusta la carne.

No puedo escribir más, lo siento, debo abandonar este recuerdo.

Concolón a las seis horas: Bueno, no como carne desde entonces, trato de que la única que consuma sea la de pescado, a veces cuando estoy en la vorágine del trabajo, como pollo. Toro no, nada que ande en cuatro patas, mis amigos me dicen que soy una persona muy impresionable; pero nunca he tenido un sueño que haya conducido de esa forma una parte de mi comportamiento, pero los ojos de ese toro no me permiten volver a traicionarlo. Sí, ese sueño me impresionó.

martes, 7 de octubre de 2008

¡Qué tal spondyllus!

Antes de hablar algo personal, quiero lanzar un grito en contra de la corruptela generalizada que cual enfermedad infecto contagiosa se propaga en el aparato estatal. Primero los congresistas que se sienten ofendidos cuando se les pide rendición de gastos operativos, que se apañan, se coluden; luego, la cochinada en PetroPerú, que sospecho no ha llegado aún a las últimas consecuencias; ayer mi viejita me decía, pero... quién es el que ha grabado las conversaciones; son varias y en distintos tiempos, ¿Alguien dijo Montesinos? ¿Será que el Doc le muestra sus armas al gobierno para que lo traten suevemente?

Lanzo el grito soprano entonces; qué tal concha, carajo.

Acá abajito, una canción que nada que ver con la coyuntura, pero The Smiths siempre es oportuno.


domingo, 28 de septiembre de 2008

Lady Bardales Endemoniada

Gracias al señor Jesuscristo que está en los cielos mi boca no arrojó espuma, mi espalda no se arquéo en medio de un espasmo incesante, tú hiciste que no llegara a lo último, gracias Dios Mío por alejar al maligno de mí. No pude evitar la vergüenza, la decepción, la lascivia, el pecado...respira (aliento), todo está bien porque Él se alojó en mí, trayendo paz a mi vida toda, sigo llorando, ahora en solitario, fue justo lo que tuve que pasar, aprendí a entregarme a tí por entero, pues la vida es vida a partir de tu presencia, mi Señor.

Lady B está ahora convertida en una sierva de Cristo, fue excarcelada pues el juzgado se quedó sin argumentos legales para retenerla en el Penal de Santa Mónica.

Cárcel que encarcela mi cuerpo, no encarcela mi alma, pues ella vuela hasta tu espíritu, mi Señor; te pertenece, yo soy una depositaria de tu amor...de tu amor...de
tu
amor
ya no sé nada, me dejaste en una soledad que no sabía que existía, mi rostro se ha inflamado por no verte más, con traición me arrojaste a un submundo, no había nada de lo que me pudiera asir, sólo estabas tú en medio de las estelas de sombra que dejaste, tu cara se desdibujaba, en ella veía mi infancia, la mano de mi padre sobre mi mejilla, el siéntate derecha carajo, el cuerpo que quiere y no puede, la pichi sobre la cama, el sorberla toda para que no quede rastro de mi debilidad; veo que tu boca se abre y me traga, ya me tienes dentro, la deglución es lenta, y deshace cada fibra, cada músculo, ¿estoy muriendo? No, puedo verte todavía, tus adentros son tan grises, por qué me dijiste que eran rojos, mentiste también en eso; yo te dejé ver la profundidad de mi garganta, te hundiste en cada poro de mi piel, ahora estoy rota, no no, no estoy rota, estoy mal remendada, cual muñeca monstruosa, por qué Dios, siento que mi alma es un pedazo de napa importada de China; devuélveme a mis cabales.


Lady B sostiene no seguir relacionada con su ex-pareja, que actualmente figura como persona desdaparecida. La ex-escolta presidencial niega enriquecimiento ilícito a pesar de que su cuñado ganó más de siete licitaciones con su empresa constructora, durante el gobierno de Alejandro Toledo.

El poder del hombre en la Tierra no es ni un poco del poder que tiene El Señor, él deja que nos equivoquemos, para poder corregirnos después. Sí. Sí.

Dame dame todo el power...give me give me todo el poder

Si ves através de los encajes podrás adivinar cuán delicioso es el sonido de mis carnes meciéndose, tengo todo, soy rica, soy riquísima, el jugo se desborda, mis contenidos se rebalsan, no dudes, tócame, quémate, deja que te incinere con mi boca; adiós a lo que tenías, ahora es mío, no puedes dejar esto, te he vuelto un adicto, sin el olor de mis pechos te principia la migraña por no tenerme, ámame, te necesito, ¿no te das cuenta de que quiero más? Quiero todo. Poque es así, porque siempre será así, cada vez que tú me llames, eres mi amado espectador en este concierto para una sola voz.

Lady B está llevando la palabra de Dios a otras internas, para que aprendan a dejar sus pecados y convertirse en hijas de Dios.

Amén.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Chega de Saudade

Leí hoy que con esta canción "Chega de Saudade" de Vinicius de Moraes y Carlos Jobim, se conmemoran los 50 años de la Bossa Nova. Lo revisé en el suplemento dominical de El Comercio, no puedo evitar sonreír y recordar mi abandonada casa materna, pues ahí, a todo el mundo le encanta leer periódico todos los días, cada uno a sus propias horas, por supuesto; entonces tuve saudade de la casa Martínez, de nuestras vidas juntos; pero con esa dulzura de verlos ahora a todos con ojos nuevos, desde mi propio espacio. Sufrí una pequeña muerte al irme, pero qué necesario darle viento nuevo a la sangre, darle una vez más la vuelta al círculo, aunque esté un poco desprovisto de prensa escrita.

¿Cuál es la esencia de la saudade? Pues es nada más simple que sentir una nostalgia enternecida, un dolor dulce (no es lo mismo que tristeza dulce, aunque algunos les sabe a eso); será pues que cada individuo le dará su graduación propia, su saborcito de amargura con miel. Cuántas veces habremos sentido saudade sin saberlo. Cómo cada cultura tiene sus propios conceptos para definir sus sentires, pues esa sensación no tiene una acepción en el castellano, ¿la tiene en otra lengua?

Hace unas semanas empecé ensayos en la Católica, pisé después de muchas semanas la universidad, yo que a veces me creo maleada y que digo siempre que no me fue difícil terminar la carrera y dejar la entrañable cotidaneidad de una escuela de teatro, a mí, me palpitó el esternón, no podía alejar el rictus de sonrisita de mi boca; justo salían del tambo unas chicas descalzas, estaban con la cara roja, seguramente tuvieron clase de entrenamiento actoral; los del TUC siempre estábamos con ropa todo combate, sin zapatos, cantando, haciendo cabriolas en el pasto, o yendo al baño semidesnudos en ocasiones. Y así de pronto, con la visión de estos cachetes enrojecidos me vino una inmensa saudade.

Acá está la canción, interpretada por Chico Buarque. Nótese las sonrisas de cada uno. No puedo con la de Chico.





Aquí están las líricas. Obrigada.

Chega de saudade
A realidade
É que sem ela não há paz
Não há beleza
É só tristeza
E a melancolia
Que não sai de mim
Não sai de mim, não sai.

Mas se ela voltar,
se ela voltar
Que coisa linda,
Que coisa louca
Pois há menos peixinhos a nadar no mar
Do que os beijinhos
Que eu darei na sua boca.

Dentro dos meus braços,
Os abraços
Hão de ser milhões de abraços
Apertado assim,
Colado assim,
Calado assim
Abraços e beijinhos
E carinhos sem ter fim
Que é pra acabar com esse negócio
De viver longe de mim
Não quero mais esse negócio
De você viver sem mim
Vamos deixar desse negócio
De você viver sem mim.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Los maravillosos señores Jones

"Me and Mr. Jones" de doña Amy, una genia atormentada.



"Me and Mrs. Jones" de Al Green.

domingo, 31 de agosto de 2008

No-Helden



Un hombre camina através de una calle humedecida de Lima, son las doce de la noche y él, junto con otros espectros hermanos avanzan levitando por medio de la pista; los sonidos de la avenida Alfonso Ugarte se aislan ante la presencia de estos magníficos vampiros, los veo y mi mente se puebla de imágenes obscuras, sangrientas, llenas de música y placer. Finalmente llegan a la cola para entrar a la NO-HELDEN. No me dirigen palabra alguna, pero sí una mirada rápida, floja y desaprobatoria a mi chompita verde; no soy negra impoluta, incluso no bastaría con que lo fuera, tal vez si mi rostro estuviera oculto tras una capa de polvos blancos para traerme palidez, mi cabello batido y cayendo en cascada sobre mis ojos, o mis botas alucinantemente llenas de broches, hebillas e imperdibles, además por supuesto de una horma gigantesca; recién ahí, tal vez, ellos me podrían mirar como semejante, pero los más genuinos me respirarían, adivinando que no hay ningún ritual sangriento en mi haber, al menos ninguno hecho adrede.

La No-Helden ya no existe.

Me acordaba con un amigo, exaltados los dos, de esa discoteca wave en el centro de Lima. No puedo recordar mayor adrenalina en mi cuerpo, cuando una vez estando en la cola para entrar, bajaron los metaleros para sacarle la mierda a los vampiros; patadas van mentadas vienen, las botas militares y las botas góticas se agitaban en una retahila desordenada de piernas, todo esto bajo la densidad de la música grave que acercaba su rumor hasta la calle en medio de la grisura limeña; fue todo muy confuso, gritos trasvestidos, conchatumadresmaricóndemierdaposerocojudoytuviejatambién.
Puede que no se entienda esa metalera violencia gratuita; pero si observabas a las personas que iban a la No-Helden, se entendía este odio acérrimo de los metaleros; habían muchachos delgados y frágiles con sendos peinados, travestis con ojos ennegrecidos y boca enrojecida, mujeres con capas púrpuras, hasta engrilletados había esa noche. Fragilidad, sensibilidad, individualidad; justito lo que más enfurece al frenetismo metalero.
Pero si afuera se vivía el peligro, adentro era la gloria; te recibía un espejo para mejorar el baile egotista y solitario, no habían luces maravillosas o atmósferas enrarecidas; pero lo mejor era la música y el espíritu; nadie bailaba en pareja, todos estábamos juntos, pero quedaba claro que la valía estaba en el individuo, en lo propio; y yo por supuesto bailaba feliz enchompada en verde.
Conversando con otros al llegar la aurora, la hora de los gallinazos, cuando la No-Helden cerraba sus fauces, cual vampiresa intolerante ante el día, me enteré que muchos de los chicos tan maravillosamente caracterizados, eran trabajadores, vendedores de computadoras en Wilson, obreros de fábrica, migrantes de segunda generación, todos eran parte del sistema, todos pertenecíamos al establishment de alguna manera; no se metían a alguna cueva o algún refugio a esperar que la noche aparezca exhuberante y húmeda, estas botas cuestan un montón amiga; de alguna manera se tenían que mantener los gustos.
Todos nos íbamos a nuestros destinos con el rímel corrido, con el cuerpo vibrando por tanto bailar, sólo que ellos en algún pequeño instante me parecieron tristes niños disfrazados; pero al voltear para verlos alejarse por última vez, se tornaron una vez más en espectros de ciudad.
P.D: En la foto está Clan of Xymox, un grupazo que no me abandona desde esas épocas.

martes, 12 de agosto de 2008

Señor Vargas Llosa, una pregunta...

Quiero decir tanto acerca de todo, pero una vez más el lenguaje me traiciona; mi pensamiento y la palabra escrita son amigos que se distancian, se aman o se odian con la frecuencia en la que uno se cambia de calzón (un dicho común de mi abuela Chela, jajaja, mujer chinchana de labia poderosa.)

A ver...Fui hace poco a la inauguración del Festival de Cine de Lima, me divertí con la exposición sobre Mario Vargas Llosa en la casa O' higgins; en especial una sala en donde hay una serie de libros que el escritor ha obviamente leído, pues ha dejado sus notas por todo espacio en blanco; incluso en la última hoja le escribe al libro una nota evaluadora, cual profe con examen, a Flaubert le pone 20 casi siempre, están Joyce, un par de filósofos, Mariátegui y otros más; qué divertido fue, incluso llegué a sentir un poco el espíritu académico y fervoroso que tiene don Vargas. Hay algo que siempre he querido preguntarle, me gustaría que me cuente sobre mi abuelo, pues ha escrito unas tres veces sobre él; en Conversación en la Catedral, El Pez en el Agua, y algún otro que aún no he leído; mi abuelo fue su compañero en San Marcos, formaron un grupo de estudio además, ya saben cómo es, formas con personas, sea por su lucidez, por su conocimiento o ideología, un grupo en donde lees y estudias libros, textos y reliquias para luego dedicarte a desmenuzar, a deconstruir. Las pasiones se despiertan, ah que sí, en aquellas tertulias; imagino a mi abuelo con su cigarro en la boca, la ceniza cayendo de pronto, dando luces con Vargas Llosa y otros estudiosos, realmente esas generaciones de intelectuales en San Marcos eran de las mejores, ya desde Porras o Basadre se instauró un amor por el estudio y el conocimiento que se extraña por estas épocas.

En fin...para no columpiarme por las ramas cual macaco. Quería acercarme y decirle : Me llamo Julia, y sí, me dicen tía Julia, y no sólo mi sobrina , sino algunos de sus lectores que lo recuerdan hasta en las bromas; pero yo soy la nieta del indio Martínez, ese cholo de rostro cobre, con cigarro sempiterno, que le ha dado luces más de una vez, ¿verdad? Si no, no hubiera escrito tres veces sobre él, cuénteme señor Vargas Llosa, cómo era mi abuelo, ¿le brillaban los ojos al escuchar una idea genial? ¿Cómo era su rostro cuando defendía algo? ¿Era su sonrisa gentil ? ¿Alguna vez se dejó ver triste? ¿Alguna vez se permitió estar distraído? ¿Siempre combinaba su chompa de cachemira con su saco de cuero, tal como yo lo recuerdo? ¿Alguna vez le habló de mí, de las veces que me cargaba y me llevaba hasta su pecho que olía a tabaco y a buen hombre; de cuando me dejaba estar en su biblioteca horas de horas acompañándolo, de cuando me compraba helados en invierno, de cuando me compró una máquina de escribir igualita a la de él, pero en chiquito, de cuando me decía Satacho, ven Satanás? ¿No? Pues permítame contarle a usted que se murió, hace ya bastante tiempo, quince años más o menos, y yo estuve ahí, tomándole la mano, viendo como su cuerpo se relajaba cada vez más, cómo su dolor se iba escapando poco a poco, como mi mami me dijo que no llorara para que él no tuviera pena al momento de dejarme, porque él me dejó, ¿sabe usted? El se fue cuando yo más lo quería, cuando más se internaban sus palabras y sus abrazos en mí, él se fue cuando más apasionado lo veía con su trabajo, cuando más lo veía leer e investigar y cuando más estaba fumando también, nunca dejó el tabaco. Será por eso que se murió; por eso señor Vargas Llosa me alegra que hombres y mujeres como usted, como mi abuelo vivan, vivan para seguir creando, para seguir escribiendo, para seguir... Al poco tiempo de que mi abuelo se muriera me encontré con un mendigo, tenía como 80 años, estaba hambriento y haraposo; le di dinero y me quedé pensanso por qué ese señor, que estaba abandonado a su existencia vivía, por qué, por qué mi abuelo, que tenía para dar una vida llena de trabajo no. No se preocupe, ya entendí que cada humano tiene un lugar en el mundo, cada humano tiene algo por hacer; que tengo la oportunidad de sentir su tesón en mí, que yo puedo tomar la posta de su apasionamiento; ya lo entendí, pero mi recuerdo de niña aún tiene la sensación de haber sido víctima de una enorme injusticia. Era sólo eso señor Vargas Llosa, sólo eso. Hasta luego y ¡salud!

No se lo dije porque no tuve oportunidad; ya después me sumergí en un copa y en la risa con los amigos. Sólo en algún momento me quedé callada y en solitario repasando la mirada entre la exposición y la gente, pero unas manos me cogieron de la cintura y él nuevamente me trajo con un beso al aquí y ahora, a la risa y la conversación; de vez en cuando veía los libros de Vargas Llosa, pero no me sentí ni nostálgica ni con desazón , porque el indio Martínez acababa de prender su pipa dentro de mi corazón.