miércoles, 18 de junio de 2008

Energía para todos

Hace unos días que estoy pegada al libro "La Revolución de las Grasas" de Sacha Barrio; no tenía idea de lo vital que eran ciertos tipos de grasas esenciales en nuestro cuerpo, de cuántos alimentos hidrogenados consumimos y de lo poco de omega 3 respecto al omega 6 que contienen nuestras comidas más comunes.

En fin, les recomiendo ese libro; realmente interesante tener la perspectiva de un médico con formación occidental y que luego ha hecho una larga búsqueda en la medicina oriental y en los alimentos nativos.

Me fui hasta el mercado central para comprar algunas semillas de linaza, girasol, ajonjolí y demás. Para llegar al mercado central desde mi casa hace falta pasar por varios hospitales; pude ver el movimiento alrededor de ellos gracias al endemoniado tráfico que te estanca 15 minutos en un par de cuadras. Lo que ví, fue a gente pobre, gente enferma, gente contenta, gente miserable, abuelos con sus nietos, choferes con sus mujeres, mujeres con tres hijos y embarazadas, perros olfateando por algo comestible; pensé en cuánta falta hace que los conocimientos sobre nutrición se extiendan a la mayoría d ela gente, que habría que insertar la medicina tradicional o alternativa en los hospitales oficiales; debemos aprender a equilibrarnos, en todo sentido, en lo que comemos, cuántas veces engendramos, en nuestra sexualidad, en nuestra forma de vida; las condiciones no son las mismas de ninguna manera para todos, pero realmente los hábitos pueden formarse en todo estrato, lo que falta es una conciencia de la energía dentro y alrededor de nosotros; no digo que un puñado de gente en la que me incluyo somo sólo los que poseen un tipo de conocimiento acerca de la energía y otros no, este asunto es inherente a nuestra condición de humanos.

En el colegio deberíamos aprender de bienestar corporal, de bienestar de nuestro entorno; ¿hasta cuándo vamos a ignorar esa parte tan fundamental en nuestra educación oficial? El cómo curarnos con nuestras manos, el cómo curarnos de sentimientos negaticvos, de cómo centrar nuestro esqueleto y tantas cosas más.

Empecemos en la casa pues, suena a lugar común, pero es simple y hermosa sabiduría popular, es simple y hermosa lógica.

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