viernes, 9 de abril de 2010

a, b, c...

Y pasó todo lo que tenía que pasar; lo más importante de todos los sucesos medianamente recientes es que...tengo un hijo.

Y sigo teniendo miedo, pero ya no tanto, al menos no lo suficiente como para detenerme en el tiempo dejando que la lluvia caiga y resbale por mi cuerpo encerado.

Hoy soy una raíz que absorbe.

No puedo decir que los amo, ¿existen?

Puedo decir que en mi mente ustedes habitan, o tal vez un cierto eco suyo, tal vez...

Estoy hablando, hablar es bueno; escribir mejor, a pesar del miedo o el letargo.

Después de este largo bostezo interno, he despertado (nada asegura que no volveré a dormir, pero ya veremos.)

A, b, c. Empecemos por el principio.

2 comentarios:

Imberbe_Muchacho dijo...

uno debe ser siempre una raiz que absorve... felicidades!

Miss Julia dijo...

Caro Imberbe:

sí, uno debe ser esencialmente una raíz que absorbe.

Para alguna vez en el año dar buenos frutos.

Jugosos, dulces, pulposos.

Besox en su no barba.